Carlos Manuel Juárez / Elefante Blanco
La intentona del Morena por lograr la mayoría absoluta, orquestada por el asesor Ricardo Gamundi y la coordinadora jurídica Tania Contreras, fue rota con una llamada recibida por el diputado y presidente del PAN en Tamaulipas, Luis René Cantú Galván, quien ejecutó las órdenes.
Esta tarde, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) echó a andar la última parte de la operación para conseguir 4 votos y aprobar un paquete de reformas constitucionales, que eliminarían candados que dejó el exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca a su sucesor Américo Villarreal Anaya.
El ajetreo político comenzó muy temprano en el Congreso, donde Morena primero consiguió un acuerdo con la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI). El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) tricolor fue alertado y llamó la atención de Edgar Melhem y Alejandra Cárdenas. A pesar del mensaje, que fue publicado y eliminado de Twitter, los integrantes del grupo parlamentario confirmaron su apoyo a la propuesta del equipo del gobernador Américo Villarreal Anaya.
A las 14:30 horas todo marchaba viento en popa. Contreras y Gamundi dieron la señal a la presidenta de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso tamaulipeco, Úrsula Salazar Mojica, para que el dictamen de la reforma al artículo 165 de la Constitución Política del Estado de Tamaulipas fuera presentado.
El legislador morenista, Javier Villarreal Terán, subió a tribuna para leer el dictamen que había sido aprobado en las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos. Expuso que la propuesta era retirar a los 43 ayuntamientos del proceso para aprobar una reforma constitucional; dicho cambio legal fue impulsado y avalado fast track por la LXIV Legislatura en la víspera del fin del cabecismo.
Conforme Villarreal Terán fue leyendo el dictamen, Cantú, apodado el “Cachorro”, fue alertado de la jugada legislativa imprevista. Ante la sospechosa ausencia del coordinador panista, Félix García Aguiar, el dirigente estatal atendió una llamada y al colgar se llevó del salón de sesiones a la legisladora Leticia Sánchez Guillermo, bajo sospecha de que votaría a favor de Morena. Ya fuera del Pleno, la operación quedó sepultada por ahora.
Ya con el plan enterrado, el legislador guinda, Humberto Prieto, pidió un receso que fue concedido por el presidente de la Mesa Directiva, Isidro Vargas Fernández.
Ya fuera del salón, la bancada de Morena y las 3 diputadas independientes, expanistas, aceptaron la nueva derrota en la búsqueda de los 4 votos que les den la mayoría absoluta.
Ricardo Gamundi y Tania Contreras, encargados de desatar las manos a Villarreal, seguirán pensando cómo convencer a 2 legisladoras o legisladores de sumarse al proyecto político morenista.