Redacción EB
Los gobernadores de Tamaulipas y Nuevo León, Américo Villarreal Anaya y Samuel García Sepúlveda, respectivamente, crearon un frente para gestionar la construcción del acueducto del río Pánuco, que cuesta 40 mil millones de pesos.
En su visita de trabajo a Monterrey, Nuevo León, Villarreal Anaya dijo que la obra hídrica daría suficiente agua a las entidades del noreste y se saldaría la deuda de los escurrimientos de la Cuenca del río Bravo a Estados Unidos.
“De acuerdo a los estudios realizados, el río Pánuco tira de 280 a 300 metros cúbicos de agua dulce por segundo al mar y esos son los que queremos aprovechar”, explicó el mandatario tamaulipeco.
El gobierno tamaulipeco plantea que el acueducto descargue su flujo en las presas “Vicente Guerrero” y “Marte R. Gómez”. El proyecto ejecutivo se presentará a finales de 2021 a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Quien ha expresado su rechazo al acueducto del río Pánuco es el mandatario de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona. La postura en contra se debe a que el punto de extracción del líquido se encuentra en la huasteca potosina, lo que, afirmó, impactará a la entidad que gobierna.
En el contexto de la crisis hídrica que vivió Nuevo León en 2022 y ante el intento de retomar la obra, Gallardo Cardona calificó la propuesta como una “locura”. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tampoco ha respaldado el acueducto, por ello mejor decidió entregar dinero para el ducto el Cuchillo II.
Estos elementos son evaluados por el equipo de Américo Villarreal, quien estimó que los trasvases del “Cuchillo” a la presa “Marte R. Gómez”, la construcción del “Cuchillo II” y el envío de aguas tratadas de Nuevo León a las zonas agrícolas de Tamaulipas relajará el estrés hídrico del noreste.