martes, 07 de mayo del 2024

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Xóchitl Gálvez, candidata de la coalición opositora, dejó a un lado sus actividades proselitistas previo al segundo debate presidencial, determinante en su intención de acercarse a su principal contendiente.

Andro Aguilar*

De cara al segundo debate presidencial, la candidata de la coalición opositora, Xóchitl Gálvez, redujo de forma significativa sus actividades públicas, para concentrarse en lo que podría ser su última oportunidad de incrementar su intención de voto de cara al 2 de junio.

Sólo en uno de los últimos cinco días salió de la capital mexicana a realizar actos proselitistas, con una gira en Chiapas el martes pasado, y a media semana suspendió sus actividades públicas.

A diferencia de ocasiones en que ha realizado hasta cuatro actividades en una jornada, para los cuatro días en Ciudad de México ha programado sólo cuatro actividades: la presentación de su plan de infraestructura, la firma de un acuerdo por la primera infancia, una conferencia de prensa y una pega de calcas proyectada para este viernes en la alcaldía Benito Juárez, a un kilómetro de la sede nacional del PAN.

Ayer jueves, no tenía actividades públicas programadas, pero de último momento convocó a medios de comunicación a una conferencia de prensa.

Así, la candidata de la coalición opositora concentró buena parte de su energía en la preparación del segundo debate presidencial, cuando restan menos de 40 días para la jornada electoral.

Qué está en juego


Este jueves, el senador Germán Martínez, colaborador de la campaña presidencial de Xóchitl Gálvez, destacó en un programa radiofónico la importancia de este segundo de tres debates presidenciales, que podría ser definitivo con más de la mitad de la campaña ya transcurrida.

“Este debate, yo creo que sí, a 40 días (de la jornada electoral), nos jugamos ya una tendencia definitiva que tomen las encuestas”, dijo el senador, quien en junio de 2023 fue el primero de los entonces aspirantes de la oposición a la Presidencia en declinar por Xóchitl Gálvez.

Por su parte, Xóchitl Gálvez dijo ayer, en su última conferencia previo al debate, que se está preparando a fondo, principalmente en torno al tema económico. 

Informó que trabaja con su equipo cómo contrastar sus propuestas con las de sus contendientes y la situación del país. “Ellos van a celebrar la mediocridad”, dijo.

Además de Crecimiento económico/empleo/inflación, los otros tres temas que las candidatas discutirán son: Infraestructura /desarrollo; Pobreza /desigualdad y Cambio climático/ desarrollo sustentable.

La candidata presidencial dijo que, a diferencia del primer debate, esta vez quedó satisfecha con el formato, que calificó como “mucho mejor”.

“El más complicado es el primer módulo, porque habla de tres temas, habla de inflación, habla de empleo y habla de economía. Entonces, tienes prácticamente siete minutos para desarrollar tres temas, hacer tus propuestas, hacer tus contrastes, yo no le llamo ataques”, explicó. 

“Voy a ser yo”: Xóchitl Gálvez

En una entrevista televisiva el miércoles pasado, Gálvez aseguró que ella será quien decida cómo va a debatir en el segundo encuentro. La candidata se quejó de lo difícil que le resultó hacerle caso a todos sus asesores en el primer debate.

“Unos quieren que seas una jefa de Estado, otros quieren que seas una desgraciada…”, dijo. 

Una semana antes, el 16 de abril, en una conversación por la red digital X, Xóchitl Gálvez relató que precisamente previo al primer debate se enfrentó al episodio “más duro”: la difusión del video de su hijo Juan Pablo, que ocupaba hasta entonces la coordinación de redes de jóvenes en su campaña. 

En el space de X, Gálvez reconoció que no se sintió cómoda con el uso de un traje sastre en el primer debate y afirmó que, desde entonces, decidió apegarse más a su forma de ser.

“La gente no te quiere de huipil, porque una presidenta no puede traer huipil. He hecho el esfuerzo de usar el traje sastre que sí lo uso pero me incomoda y en el debate nunca estuve cómoda, me sentí fingida. Voy a mandar al carajo muchas cosas y voy a ser yo, y si me quieren como soy, adelante”, dijo.

Este jueves retomó el tema y dijo que buscará vestir algo cómodo que refleje su personalidad. 

“No soy flaca, punto, aceptémoslo. Y yo estoy muy feliz conmigo. Yo creo que algo cómodo, algo que me sienta cómoda, algo que me sienta a gusto, que me sienta contenta, que me refleje mi personalidad. Estoy decidiendo qué me voy a poner. Estoy en eso, porque parece que ha creado toda una expectativa. Ya sabemos que la señora Sheinbaum va a ir color Morena. No va a haber ninguna sorpresa. Y en mi caso, pues lo voy a decidir estos días”, comentó. 

Al final de la conferencia de ayer, Gálvez mostró cierto hartazgo sobre los cuestionamientos en torno a la expectativa de ella para el segundo debate. Ante la pregunta de un reportero sobre qué Xóchitl se puede esperar el próximo domingo, la candidata respondió por qué no se le cuestiona así a la candidata Claudia Sheinbaum. 

“Ya está bien acá, a ver, la Claudia estaba súper acartonada y de eso no dicen nada, ni movió…”, reprochó a la prensa. 

Enseguida, Xóchitl Gálvez trajo a cuenta como posible causa de su desempeño en el primer debate, la difusión del video de su hijo Juan Pablo Sánchez, cuatro días antes del encuentro. 

A ver, la neta sí estuvo muy cañón lo que le hicieron a mí hijo, la neta. Pero bueno…”, añadió.

Esta nota fue realizada por Animal Político, medio aliado de Elefante Blanco. Aquí puedes consultar la publicación original.

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