viernes, 26 de abril del 2024

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Crédito: César Martínez López / Cimac
Las mujeres afrodescendientes han estado invisibilizadas dentro de la categoría hegemónica marcada principalmente desde una visión heteronormada y occidental, por lo que el 8 de marzo es una fecha crucial para visibilizar los retos específicos que las mujeres afrodescendientes viven dentro y fuera de su comunidad.

Altoparlante

Opinión por Nayelli Torres Salas y Marilyn Alvarado Leyva / Artículo 19

Se aproxima el Día Internacional de la Mujer, una fecha conmemorativa importante en la lucha por la equidad socio-política entre hombres y mujeres, que también ha sido objeto de críticas al utilizar la categoría de “mujer” como si ésta fuera hegemónica, sin tomar en cuenta la diversidad de mujeres que conformamos el mundo, así como nuestras características propias, las vivencias, las desigualdades y necesidades que enfrentamos.

Precisamente, las mujeres afrodescendientes han estado invisibilizadas dentro de esta categoría hegemónica marcada principalmente desde una visión heteronormada y occidental, por lo que el 8 de marzo es una fecha crucial para visibilizar los retos específicos que las mujeres afrodescendientes viven dentro y fuera de su comunidad. Para Aleida Violeta Cisneros, mujer afrodescendiente poeta y activista, perteneciente a la colectiva de Mujeres Afromexicanas en Movimiento (MUAFRO), “las mujeres afromexicanas vivimos problemáticas que derivan en la vulneración de nuestros derechos humanos, como la invisibilización y distintos tipos de violencia que nos colocan en desventajas, que se agudizan cada vez más debido a la falta de sensibilidad y  voluntad política del estado mexicano para atender a estas demandas, por ello que (SIC) es importante dar a conocer lo que vivimos en cada uno de nuestros contextos, porque nuestras voces y nuestras vidas también son importantes”.

Una de las demandas a las que se refiere Aleida se relaciona con la dificultad para que las mujeres afromexicanas puedan acceder a información pública y de interés. Tanto a nivel local como nacional hay una inexistencia de información que sea pertinente y culturalmente adecuada a los contextos tan diversos y en los formatos accesibles para que todas las mujeres puedan acceder a información, y por lo tanto a otros derechos y a políticas públicas enfocadas en sus peticiones.

En este sentido, Aleida señala: “Necesitamos políticas públicas que se traduzcan en acciones para que la niñez y las mujeres afromexicanas sepamos que somos personas importantes, que tenemos mucho de que estar orgullosas. Tenemos derecho a que nuestra historia sea contada en los libros de texto, pero desde nuestra perspectiva y desde nuestra propia voz…”.

Desafortunadamente, en México las comunidades afrodescendientes han estado invisibilizadas a pesar de estar presentes en el territorio mexicano desde la época colonial. No fue sino hasta el año 2019 que el Estado Mexicano reconoció constitucionalmente a los pueblos y comunidades afromexicanas como parte de la composición pluricultural de la Nación. Esto fue resultado del movimiento de un grupo de mujeres afromexicanas que durante décadas han defendido su derecho al reconocimiento identitario, la libre autodeterminación y el ejercicio pleno de sus derechos humanos.

De acuerdo con el censo poblacional del INEGI 2020, se contabilizaron 2,576,213 personas que se reconocen como afrodescendientes y representan 2% de la población total del país. Así mismo, de acuerdo con datos del  Observatorio Género y Covid 19, en México, en los municipios donde vive al menos 10% de la población afrodescendiente, la proporción de mujeres que no saben leer ni escribir casi se triplica en comparación con el total nacional.

Actualmente, las mujeres afrodescendientes se continúan articulando políticamente para promover y defender sus derechos humanos, por lo que han ido desarrollando estrategias de resistencia para poder avanzar en su agenda y para lograr una incidencia política en los diferentes niveles. Entre sus principales demandas hacia el gobierno se encuentran “la generación de datos y estadísticas que permitan el avance de políticas públicas, además de la incorporación en la agendas internacionales de los gobiernos los derechos humanos de las personas afrodescendientes, la implementación adecuada de políticas públicas enfocadas en mujeres afrodescendientes, desarrollar a escala regional una estrategia de sensibilización antirracista”.

Es en este sentido que el derecho a la información juega un papel importante en la identidad y reconocimiento de las personas -principalmente aquellas que han vivido históricamente invisibilizadas-, ya que a través del acceso efectivo a este derecho pueden tener herramientas para ejercer otros derechos humanos, y con ello, sentirse ciudadanas y ciudadanos de este país.

Agradecimiento: desde el programa de Derecho a la Información, creemos que es fundamental diversificar las voces, y peticiones de diversas mujeres con las que hemos trabajado. Es en este sentido, que agradecemos a cada una de las voces de mujeres que se han ido sumando en los procesos colaborativos y que nos han enseñado las posibilidades de apertura al derecho de acceso a la información para todas.

Nayelli Torres Salas. Enlace del programa Derecho a la Información en el estado de Chiapas. Marilyn Alvarado Leyva. Enlace del programa Derecho a la Información en el estado de Yucatán.

Artículo 19. Organización, de origen inglés, que por más de 20 años ha trabajado en la defensa y promoción de la libertad de expresión en el mundo. El libre flujo de información por cualquier medio, el intercambio de ideas entre actores, y la transparencia gubernamental son elementos indispensables para una democracia. Por ello, Artículo 19 se dedica a proteger el derecho contra todo acto de censura.

Síguenos en Twitter: @article19mex.

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