Redacción EB
El pasado jueves por la tarde, el presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió en Palacio Nacional con sobrevivientes de la represión del 10 de junio de 1971, así como con colectivos de familiares de víctimas de la llamada guerra sucia.
Acompañados por Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de Segob, una docena de sobrevivientes y víctimas entraron poco antes de las 17:00 horas al recinto para el encuentro.
Otro grupo de familiares de víctimas de la Guerra Sucia, agrupados en el colectivo Eureka! se concentró afuera de la Catedral Metropolitana para recordar las huelgas de hambre que realizaron en la década de los 70 y 80 en ese lugar para exigir la presentación con vida de los desaparecidos.
Tras dos horas de reunión privada, los asistentes informaron que el mandatario se comprometió a realizar un protocolo de búsqueda.
Durante el encuentro también se acordó analizar la posibilidad de que se dé una indemnización como reparación del daño.
Ese jueves por la mañana, López Obrador ofreció, como representante del Estado mexicano, una sincera disculpa a las víctimas del llamado Halconazo, así como garantías de no repetición, a 50 años de la represión de estudiantes en 1971.
“Una sincera disculpa, un sincero perdón, y el compromiso sobre todo de la no repetición. De que nunca más se reprima a quienes protestan, a quienes luchan por las transformaciones, por los cambios, a quienes no están de acuerdo con el gobierno, y deben de contar con todas las garantías para ejercer sus libertades”, expresó durante su conferencia matutina.
