miércoles, 24 de abril del 2024

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El rector de la UAT, Guillermo Mendoza, autorizó la invitación de periodistas, escritores e intelectuales críticos y afines a la izquierda o al gobierno de AMLO. Estos personajes son contrarios al grupo de poder al que pertenece. Es claro, la cúpula universitaria quiere aparentar una apertura y tolerancia, como en los tiempos de Yarrington.

El Otro Balcón

Opinión por Carlos Manuel Juárez

El espíritu de Tomas Yarrington Ruvalcaba, sí del exgobernador de Tamaulipas que fue condenado en Estados Unidos, aterrizó en la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).

A Yarrington, las autoridades mexicanas y estadounidenses le responsabilizan directamente de entregar la gobernabilidad de Tamaulipas al crimen organizado. También lo señalan de orquestar una red financiera que desvió fondos públicos de la mano con Fernando Cano, Antonio Peña, Napoleón Rodríguez de la Garza, Daniel Sampayo Sánchez, Alfredo Sandoval Musi y Luis Carlos Castillo Cervantes.

Los rasgos principales del matamorense fueron la soberbia y la inteligencia, que en su caso lo llevaron a sitios inimaginables. Uno de esos escenarios fue el Festival de literatura “Letras en el Golfo”. Yarrington tomó la decisión vanidosa de rodearse de intelectuales y artistas para validarse.

En 3 años, Tomás “N” se codió junto a figuras internacionales como Mario Vargas Llosa, Antonio Tabucchi, Adonis, Fernando Vallejo, Hans Magnus Enzensberger y Raúl Zurita. Del panorama nacional, Carlos Fuentes, Héctor Aguilar Camín, Alí Chumacero, Cristina Rivera Garza, Sergio Pitol, entre otros, asistieron sin empacho al festival.

Yarrington Ruvalcaba usó la cultura como una plataforma para colarse entre la élite del puerto de Tampico, que lo fue haciendo uno de los suyos -tal como le pasó a Francisco García Cabeza de Vaca-. Tomás “N” concentró el presupuesto para la cultura y las artes en la creación de festivales; la llamada festivalitis, que para nada representa una política cultural, le sirvió para ocultar su cara corrupta e intolerante.

Todos estos recuerdos y pensamientos de un lejano inicio de siglo fueron detonados al conocer que la Universidad Autónoma de Tamaulipas realizaría una Feria del Libro Universitario (Filu). La promoción de la lectura es positiva, pero si miramos más al fondo se aprecia la motivación real de organizar: una lavada de cara a uno de los grupos que Cabeza de Vaca dejó enquistado en el presupuesto.

El rector de la UAT, Guillermo Mendoza Cavazos, autorizó la invitación de periodistas, escritores e intelectuales críticos y afines a la izquierda o al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que no es lo mismo. Esos mismos personajes son contrarios al grupo de poder al que pertenece. Es claro, la cúpula universitaria quiere aparentar una apertura en la escuela pública.

A la FUL 2022 vendrán el director del Fondo de Cultura Económica (FCE), el escritor Paco Ignacio Taibo II, los periodistas Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela, el investigador Fritz Glockner, entre otros personajes del ámbito intelectual. La feria ha emocionado a la comunidad cultural e intelectual de la entidad, que recordó aquellos años en que Yarrington organizó el festival “Letras en el Golfo”.

Empero, ya con la experiencia de Tomas “N” a cuestas, no puedo evitar desconfiar de la cúpula de la UAT. No hay que olvidar que la Fiscalía General de la República (FGR) investiga a funcionarios y exfuncionarios universitarios por el presunto desfalco de 450,000,000 pesos. En el caso están señalados el exsecretario de Administración, Víctor Hugo Guerra García, y el senador Ismael García Cabeza de Vaca. Para robar dinero público, dijo la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), usaron hasta el equipo de futbol Correcaminos.

A Guillermo Cavazos le urge convencer al gobernador Villarreal que ya no es el mismo de hace un año, que él no vio, no supo, de los malos manejos presupuestales en la UAT a pesar de que tuvo el cargo de secretario de Finanzas en el periodo medular de la simulación de compras identificadas por la UIF. Además, no hay que olvidar que en la pasada elección a la gubernatura, la UAT se transformó en un cajero automático para pagar los ataques contra Morena y la familia del entonces candidato guinda.

Otro elemento más en la mesa es el fortalecimiento del movimiento que exige la destitución de Mendoza Cavazos y los secretarios universitarios. La llegada de Américo Villarreal motivó la aparición pública de alumnos y profesoras de la capital que buscan sentar las bases de una escuela que garantice los derechos de estudiantes, académicos y personal general.

La rectoría de Mendoza ya no pudo frenar al colectivo, que bien haría en ocupar los espacios de la FUL para expresarse y medir los ánimos rebeldes en el campus Tampico.

¿Qué dirán Paco Ignacio Taibo II, Páez Varela y Álvaro Delgado a los rebeldes universitarios en caso de encontrarse? ¿Conocen las acusaciones contra la cúpula que los invitó y la represión que ejerce? ¿Cuáles serán las repercusiones sociales y políticas de la feria?

Y las preguntas principales ¿al rector Guillermo Mendoza le alcanzará una feria izquierdosa y su amistad con el hijo del director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Audomaro Martínez, para mantenerse al frente de la UAT?. ¿O tendrá que ofrecer más gestos, como testificar en procesos judiciales, para salvar su pellejo? Ahora sí, como dice el contador: #AquíComienzaTodo.

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