Victoria, Tamaulipas.— El gobernador Américo Villarreal Anaya informó que, durante la Mesa de Paz, se despidió al Fiscal General Irving Barrios Mojica y agradeció su labor: “culmina su trabajo y cerramos este ciclo de trabajo diario en la Mesa”, según el mensaje público difundido por el mandatario.
El cierre del periodo ocurre con el relevo ya amarrado desde el Poder Legislativo y en la despedida, llamó la atención el color del saco con el que se despide Barrios Mojica, quien inició su perioro en tiempos del exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca, de extracción panista y se despide con un gobernador de extracción morenista y portando un saco del color de ese partido.
A partir de este día, Jesús Eduardo Govea Orozco asume como nuevo Fiscal General de Tamaulipas, luego de que el Congreso del Estado lo designó el 29 de noviembre de 2025, con 27 votos a favor y ninguno en contra.
Los años de Barrios Mojica
Barrios deja un periodo donde la Fiscalía no sólo persiguió delitos: también fue objeto de disputa.
Un episodio que se convirtió en referencia nacional ocurrió fuera del guion de los informes: Camargo. En 2024, la CNDH emitió una recomendación a la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas por violaciones graves relacionadas con la muerte de 19 personas en contexto de migración. El documento se volvió un recordatorio de la dimensión que alcanzan ciertos hechos: no por boletín, sino por la marca institucional y humana que dejan.
En paralelo, el cargo del Fiscal en Tamaulipas se movió en otra cancha: la constitucional. En agosto de 2023, la Suprema Corte informó que eran válidas reformas locales que, entre otros puntos, mantuvieron abierta la posibilidad de reelección y endurecieron reglas de remoción, dentro del diseño local.
El Semanario Judicial registró el criterio: el procedimiento de remoción previsto en la Constitución de Tamaulipas se consideró respetuoso del sistema de contrapesos, y la eliminación expresa de la prohibición de reelección no se estimó contraria al marco federal.
Cómo se eligió a Govea
El proceso corrió por la ruta constitucional y quedó documentado en papel.
Primero, el Congreso avanzó con el procedimiento formal y los actos previos. Luego vino la sesión en la que se votó el nombramiento. El resultado —Govea— se asentó en decreto legislativo y se publicó en el Periódico Oficial. En términos institucionales, el relevo no se presentó como “cambio de mando” interno, sino como un nombramiento definido por el Pleno y documentado en el archivo público: decreto, publicación y boletín.
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