Productores y transportistas anuncian nueva protesta en Tamaulipas
Protesta del sector agrícola regresa a carreteras de Tamaulipas porque exigen mesa de atención. Crédito Archivo
Productores agrícolas y transportistas anunciaron una nueva manifestación en Tamaulipas y reconocieron que la movilización puede impactar la circulación en tramos carreteros.

Victoria, Tamaulipas.— Productores agrícolas y transportistas anunciaron una nueva jornada de protesta en Tamaulipas y advirtieron que la movilización puede traducirse en bloqueos o cierres intermitentes en carreteras de alta circulación, en un escenario que ya tensionó la movilidad estatal durante octubre y noviembre.

La advertencia no llega en el vacío. En movilizaciones recientes, los puntos de mayor presión han sido el kilómetro 201 de la carretera federal 101 Victoria–Matamoros, conocido como la “Y” de San Fernando —referenciado por autoridades estatales cuando se han presentado cierres—, además de tramos en la zona ribereña que conectan con cruces fronterizos y corredores comerciales. 

En el antecedente inmediato, la Vocería de Seguridad reportó bloqueos en la Victoria–Matamoros y pidió a conductores tomar precauciones mientras corporaciones estatales gestionaban el tránsito en el sitio. Ese patrón —concentración de unidades, reducción de carriles y paso controlado— es el que el sector ha retomado como método de presión cuando no hay respuesta institucional. 

El fondo: precios, costos y una ruta legal que no aceptan

Las inconformidades del sector se han extendido en dos carriles paralelos. Uno es económico: productores han señalado que el precio del sorgo cayó a rangos de 3,500 pesos por tonelada, mientras que el maíz ronda cifras que, a su juicio, están por debajo del costo de producir; sus referencias públicas han incluido exigencias de precios objetivo cercanos a 6,000 para sorgo y 7,200 para maíz, como piso para no trabajar a pérdida. 

El otro es político-legal: en días recientes, grupos de productores han advertido que retomarán cierres si no hay acuerdos sobre el contenido y la implementación de la reforma en materia de agua, y han sostenido que, tras reuniones con Gobernación, no se alcanzaron compromisos que desactiven la protesta. 

A esa ecuación se suma una molestia que se volvió combustible: tras las protestas de octubre, la federación anunció un esquema de precio base y apoyos que se concentró en tres estados, dejando a Tamaulipas fuera de los beneficios directos, según el recuento del propio movimiento campesino en el estado.

Lo que está en juego en carretera

La experiencia de los últimos bloqueos dejó una lección simple: cuando el cierre toca la 101 o rutas de conexión fronteriza, el impacto se amplifica en cadena—transporte de carga, autobuses, traslados médicos, reparto de mercancía y tiempos de cruce.

En San Fernando, el km 201 funciona como bisagra: lo que se frena ahí repercute hacia Matamoros y hacia la capital. Y en la ribereña, cualquier reducción de flujo escala rápido por su dependencia de tráfico comercial y local. 

Del lado gubernamental, el estado ha presumido una derrama de apoyos al campo con inversión federal y estatal durante 2025, pero el sector inconforme sostiene que eso no compensa el desplome de precios ni resuelve el marco regulatorio que discuten.

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