Catalejos
Opinión por Miguel Domínguez Flores
Sea porque está en su ADN político, porque su dirigente estatal y prominente integrante de su bancada carezca del mínimo sentido de la prudencia, o sencillamente porque el respeto a la legalidad no es lo suyo, el grupo parlamentario del PAN dejó pasar ayer la oportunidad histórica que les había sido concedida.
Con la razón jurídica a su favor -un fallo del Tribunal Electoral, cuestionable o no, pero legal- los panistas lo único que tenían que hacer era esperar a recibir la Junta de Coordinación Política.
Pero en vez de eso ayer decidieron irrumpir a la fuerza en el Congreso del Estado, expulsar con empujones e insultos a parte del personal legislativo, y atrincherarse en el recinto.
La ya famosa actitud porril de Luis René Cantú, alias “Cachorro”, este lunes ocasionó un incidente que, igual que otros hechos bochornosos, quedará en el registro histórico de esta patética Legislatura.
-“No puedes tocar a una mujer”, le gritaba al periodista Inés Figueroa, quien se desempeña como Director de Comunicación Social del Congreso del Estado.
Exaltado como suele ser, el reynosense aseguraba que el comunicador había golpeado a la diputada Leticia Sánchez Guillermo, célebre por sus chapulineos compulsivos, y ahora por agredir periodistas.
“Cachorro” mentía como suele hacer. Inés había intentado ingresar al edificio a través del bloqueo que buscaba imponer la legisladora matamorense. Eso fue suficiente para que Leticia y su chofer se le fueron a los golpes.
Más patético que el comportamiento de la diputada de quien ya nada digno puede esperarse, fue la actitud del dirigente estatal del PAN, y del coordinador de la bancada.
Cantú y Félix García Aguiar presenciaron toda la escena. Saben bien que no había justificación alguna para la agresión de la diputada, y pese a eso se sumaron al coro flamígero que en el colmo del cinismo, acusaba al comunicador de haberla golpeado.
¿Qué podrá decir al respecto el diputado federal Gerardo Peña -tan modosito, tan bien peinado, tan ‘respetuoso de la ley’- que ayer participó en la “toma” del Congreso, protagonizada por personajes de infantería como Leticia Sánchez Guillermo y Lidia Martínez, siempre prestas para el insulto fácil, como los que profirieron a los periodistas a los que les cerraron la puerta en la narices?
Hará bien Inés Figueroa si, como se anunció, hoy presenta una denuncia contra la diputada y quien funge como su empleado, que también participó en la agresión.
Aunque ella goce de fuero, vale la pena dejar el registro de lo ocurrido para la próxima vez que “Cachorro” y sus secuaces se “solidaricen” con el gremio periodístico, condenen “enérgicamente” o exijan que se haga justicia cuando se atente contra la libertad de expresión.
Qué mala pata para el panismo: al recuperar el control de la Junta de Coordinación Política quedó retratada su irrenunciable vocación pandillera.
