Catalejos
Opinión por Miguel Domínguez Flores
Se ve desde lejos. Al interior del panismo tamaulipeco se recrudece cada vez más una guerra intestina que en realidad se desató desde los tiempos de la campaña política.
Tres grupos claramente identificados se disputan el control de un partido que durante 6 años perteneció sin cortapisas a Cabeza de Vaca y su círculo más fiel.
Ahora, ya sin los recursos económicos del gobierno estatal y de otros organismos públicos que convirtieron en sus cajas chicas, a los cabecistas se les escurre el poder entre las manos.
Es evidente, hay suficientes señales en diferentes regiones del estado -sobre todo en el centro y sur- que frente a ese debilitamiento, el excandidato a la gubernatura, César Verástegui y sus seguidores buscan obtener lo que creen que les corresponde: espacios al interior del partido.
No es casualidad que truquistas conotados (es un decir) como Agustín de la Huerta y Germán Pacheco empiecen a perderle el respeto a los Cabeza de Vaca y los responsabilicen abiertamente de la derrota de su candidato.
Tampoco es casual que el mismo “Truko” empiece a reaparecer en algunos actos públicos.
Este encontronazo vivió ayer un episodio que acaso pudiera considerarse el contragolpe desde los cuarteles del cabecismo.
La dirigencia estatal de Acción Nacional publicó anoche un extraño comunicado en el que se posicionó sobre las amenazas de bomba falsas ocurridas hace dos semanas en El Mante.
Lo curioso es que en el texto también hacen un “enérgico llamado” a las autoridades competentes para que esclarezcan los hechos, y al mismo tiempo le exigen al alcalde panista -y hasta donde se sabe, truquista- Noé Ramos Ferretiz que rinda un “informe detallado sobre estos hechos que han cobrado relevancia nacional”.
Este emplazamiento de la dirigencia panista es, por lo menos, inusual.
A estos dos grupos en pugna hay que sumar un tercero, los panistas más tradicionales, que han mandado suficientes señales para pintar su raya con los cabecistas.
¿Hasta dónde llegará este enfrentamiento por los despojos de la estructura panista?
Difícil saberlo, pero con una elección en puerta, la designación de la candidata (o candidato si Cachorro cumple su amenaza de tumbar el acuerdo del INE) puede arrojar algunas pistas.
Y si ésta se convierte en una nueva imposición desde el otro lado de la frontera, seguramente habrá consecuencias, una nueva convulsión al interior del partido.
Las razones de Melhem
No se necesita ser adivino para saber que la renuncia de Edgar Melhem a la dirigencia del PRI tiene alguna relación con su postura contraria a mantener viva la alianza con el Partido Acción Nacional.
Quizás la gota que derramó el vaso haya sido la insistencia de la dirigencia estatal del PAN en imponer a Yahleel Abdala como candidata en la elección extraordinaria.
Lo que es cierto es que ahora, sin la atadura de su investidura, podríamos observar cada vez más acercamiento del riobravense que permanecerá como coordinador de su bancada en el Congreso con las posiciones morenistas.