Redacción EB
El Partido Acción Nacional (PAN) defenderá Tampico, su último bastión en Tamaulipas, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en las próximas elecciones. Esto quedó claro tras el quinto informe del alcalde panista, Jesús Nader Nasrallah.
El evento arrancó con los mensajes políticos del presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza. Enseguida apareció en la pantalla la virtual candidata a la presidencia por el Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez Ruiz, para reconocer al presidente municipal y a la salsa verde de chicharrón de las tortas de la barda.
En una primera parte, Jesús Nader se centró en hablar del mercado la “Puntilla”, la limpieza de las calles, las pavimentaciones, y demás logros, pero fue dejando las pistas de su preocupación por “la continuidad” política al frente del único municipio grande de Tamaulipas que el PAN aún gobierna.
Ninguna de las y los ocupantes de las butacas del teatro del Espacio Cultural Metropolitano podían extraviarse en el mensaje.
‘Nuestra ciudad merece esa continuidad. Debemos mantener esa continuidad’, dijo el alcalde de Tampico, deletreando la palabra con-ti-nui-dad para que nadie se confundiera.
Y luego insistió: “[…] ya tenemos una fórmula probada para que ese futuro que todos deseamos esté lleno de cosas buenas para nuestra ciudad. En cinco años hemos dejado huella, una huella profunda, en un camino con rumbo, un rumbo que por el bien de todos debemos mantener”. Y, para no perder el estilo, subrayó man-te-ner.
Sentada en la mesa principal, la secretaria del Trabajo del gobierno tamaulipeco, Olga Sosa Ruiz, escuchó el discurso y fue tentando el ambiente. Ella fue la contendiente que Nader Nasrallah venció en los comicios de 2021.
Sosa Ruiz subió al pódium para hablar en nombre del gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya. A inicio de año, el mandatario dijo que el alcalde tampiqueño era su mejor aliado; dicha alianza se dibujó con trazos legislativos de la diputada panista, Nora Gómez, a favor de Morena, y luego fue interrumpida por la presión que Cabeza de Vaca ejerció desde su refugio en Texas, Estados Unidos.
Dentro del PAN reconocen que el “chuchismo” -como algunos llaman al grupo político del presidente municipal porteño- es el único que puede vencer a la familia Cabeza de Vaca y César Verástegui Ostos, quienes mantienen el control del PAN estatal. Empero, el alcalde prefiere ser precavido, ya que él también formó parte de la administración cabecista.
Ya en el micrófono, la secretaria del Trabajo hizo un recuento veloz del dinero que ha ejercido los gobiernos federal y estatal en Tampico. Luego destacó el carácter colaborativo del gobernador Villarreal Anaya. Todas y todos escucharon en silencio la referencia al doctor victorense. Justo cuando enfiló el cierre del discurso, nombró al inmombrable, al presidente Andrés Manuel López Obrador. Pasaron dos segundos y se escucharon abucheos, chiflidos y gritos en contra del mandatario nacional. Olga Sosa trastabilló hasta que el alcalde manoteó y la gradería calló.
“Hoy es un día, como siempre, para amar a Tampico, honrar el origen, respetar el trabajo para su transformación y reflexionar sobre la visión clara de nuestro destino común”, concluyó la funcionaria estatal. Para no perder el tono casi deletrea res-pe-tar.
El informe terminó entre porras al alcalde. Afuera, el favorito para suceder a Nader, el actual secretario de Servicios Públicos, José Schekaiban, era saludado por panistas, priistas, empresarios y periodistas.
Nader Nasrallah miró, saludó y escuchó con ese gesto suyo, que va en un tris de la alegría a la seriedad. Él sabe bien que los aplausos, los mensajes y las fotos apenas son una señal, falta a esperar a diciembre y que sus jefes políticos nacionales del PAN reconozcan su trabajo en Tampico, que Cabeza de Vaca no se interpongan y que Morena decida no ir por la joya de la geopolítica tamaulipeca.
