Redacción EB
136 personas inhumadas en fosas comunes fueron identificadas mediante los software’s ABIS del INE y AFIS, informó la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas.
El Laboratorio de genética forense ha logrado el 40% de éxito en el cotejo de huellas durante un año de trabajo con la información de cuerpos enterrados sin identificación.
El procedimiento tecnológico de identificación se dio debido a que el gobierno tamaulipeco firmó un convenio con el Instituto Nacional Electoral (INE) para acceder a su base de datos.
“[…]con base en estos resultados se planea iniciar este año con la homologación y unificación de información con el Laboratorio de Genética Forense, lo cual incrementará de forma sustancial el porcentaje de efectividad”, adelantí la Fiscalía.
En Tamaulipas hay 11,880 personas desaparecidas con denuncia o reporte, de acuerdo con el registro nacional de la Secretaría de Gobernación (Segob); el 77.06% son hombres y el 22.79% son mujeres. Matamoros, Nuevo Laredo y Reynosa son los municipios con más casos de desapariciones.
En México, seis de cada 10 cuerpos sin identificar se encuentran enterrados en una fosa común. En total, 31 mil 488 de los 52 mil 004 cuerpos que el Movimiento por Nuestros Desaparecidos tiene identificado que se guardan en diversas instituciones del país.
De acuerdo con la información del reportaje Crisis forense, de 2006 a 2019 se registraron 1,176 cadáveres sin identificar. Del total, 874 se encuentran en fosas comunes de panteones, 5 se encontraban en funerarias, 159 no fueron localizados, 116 están en el Servicio Médico Forense (Semefo) y 3 fueron incinerados en las mismas instalaciones.
Los resultados en identificaciones en Tamaulipas ha interesado a los laboratorios de las fiscalías de Coahuila, Guanajuato, Morelos y Baja California Sur.
Los altos niveles de violencia, la falta de capacitación institucional, la falta de recursos, el diseño inadecuado para el trabajo efectivo de los servicios forenses, el uso deficiente de la genética y las bases de datos, el mal resguardo de los cuerpos, las dificultades para restituir a las personas identificadas a las familias y la poca transparencia son algunas de las razones que explican la crisis forense que sufre México.