Redacción Animal Político
Para 2024, el presupuesto concentrado por el IMSS Bienestar será de poco más de 128 mil millones de pesos, derivado de la transferencia de servicios de salud estatales a este organismo público descentralizado, al que le corresponderá el 93% del presupuesto total destinado a entidades no sectorizadas –138 mil millones—.
De acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2024, entregado a la Cámara de Diputados el viernes pasado, el presupuesto total al ramo administrativo de Salud del gobierno federal pasará de 209 mil 616 millones que tuvo el año pasado a 96 mil 989 millones, lo que en términos reales –considerando la inflación— implica una reducción de 55.8%.
En tanto, el IMSS Bienestar absorberá 106 mil 997 millones de pesos más que el presupuesto que tuvo en 2023, que fue de poco más de 20 mil 600 millones, lo que representa un crecimiento del 494% en términos reales. Esto se debe a la transferencia de servicios de salud estatales a este órgano, que hasta el 18 de julio de este año había alcanzado ya a 22 estados.
Según el documento de criterios generales de política económica para el proyecto de egresos 2024, para el ramo que agrupa a las entidades no sectorizadas se proponen 138 mil millones de pesos, un 6.2% del presupuesto total. De ellos, el 93.2% corresponderán al IMSS Bienestar, que debe prestar servicios de salud gratuitos a las personas que no cuentan con afiliación a las instituciones de seguridad social.
Además, describe que mediante este organismo público descentralizado se prevé aumentar la capacidad instalada de los servicios de salud, a través de la mejoría de la infraestructura, equipamiento, recursos humanos y abasto de medicamentos e insumos a los que podrá acceder la población sin seguridad social.
El IMSS Bienestar absorberá 106 mil 997 millones de pesos más que el presupuesto que tuvo en 2023, 494% más en términos reales.
Según la propuesta, los recursos que concentrará el IMSS Bienestar en 2024 se utilizarán para el incremento de sus capacidades para brindar el servicio, el fortalecimiento e instalación de unidades médicas con recursos humanos, suministros y medicamentos, así como el fortalecimiento y consolidación de la transferencia de los servicios estatales de salud al IMSS Bienestar.
A la desaparición del Seguro Popular, determinada por la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, siguió la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que también se extinguió y es el antecedente directo del IMSS Bienestar, que ha absorbido –hasta julio— 253 hospitales, 21 unidades médicas de especialidades y 4 mil 146 centros de salud que antes correspondían a servicios de salud estatales.
Los conflictos en la transferencia de servicios al IMSS Bienestar
Desde que comenzó a hacerse efectiva la transferencia de servicios de salud estatales al IMSS Bienestar, cuya creación como organismo público descentralizado se formalizó en el Diario Oficial de la Federación el 31 de agosto de 2022, los reclamos del personal de salud sobre la transición al nuevo modelo han sido constantes.
Por ejemplo, en diferentes entidades el organismo atrasó por cerca de tres meses la contratación de más de 600 médicos que habían sido reclutados en una convocatoria anual sin darles información precisa ni certezas durante ese periodo.
Esto implicó para ellos invertir infructuosamente en cambios de residencia, perder ingresos, dejar ir otras oportunidades de empleo o aceptar condiciones laborales más precarias.
En tanto, trabajadores de la salud de los servicios públicos de la Ciudad de México que se encuentran en tránsito a IMSS Bienestar han llevado a cabo diversas protestas desde la firma de convenio del organismo con la administración de la capital el 15 de junio de este año, con el argumento de que el nuevo modelo no respetará su antigüedad ni algunas de sus condiciones laborales.
Pese a que la Secretaría de Salud capitalina prevé la incorporación al organismo de poco más de 32 mil trabajadores –con un avance de apenas 5 mil 500 hasta el momento—, asegura que las condiciones mejorarán y ha establecido diversas mesas de diálogo, el mismo viernes que se entregó el proyecto de presupuesto de egresos 2024 se llevó a cabo una nueva protesta, derivada de que el 8 de septiembre fue elúltimo día para la primera basificación de IMSS Bienestar en la capital.
Médicos y personal de salud bloquean vialidades en CDMX por falta de insumos en hospitales
“Algunas personas no fueron tomadas en cuenta para esto, entre ellos mucho personal con antigüedad de más de 10 años, personal del Insabi, honorarios, nómina 8 y Galeno Salud. Es importante mencionar que durante la pandemia muchos seguimos trabajando con el mismo sueldo, mientras que otros fueron contratados con sueldos que incluso triplicaban los del personal más antiguo”, relató una de las inconformes, anestesióloga con 10 años de antigüedad.
De acuerdo con el personal que estuvo en la protesta, quienes ahora tienen base comenzarán a ganar más del doble que quienes no, con las mismas cargas de trabajo.
“En 10 años se aguanta de todo, hasta una pandemia. Todo por algo mejor, y resulta que no será así. Siento rabia y tristeza. Me siento como alguien que se ha quedado sin trabajo, porque no quiero seguir mucho tiempo en un lugar que exige mucho de ti, pero donde serás la persona con menos paga”, añadió.
Esta nota fue realizada por Animal Político, medio aliado de Elefante Blanco. Aquí puedes consultar la publicación original.