Carlos Manuel Juárez / Elefante Blanco
Extrañamente cómodo y confiado, esa es la apariencia de Marcelo Ebrard Casaubón en plena batalla por la candidatura presidencial en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Tal parece que las encuestas difundidas por la mayoría de los medios que lo colocan por debajo de Claudia Sheinbaum Pardo no le molestan y amargan, él sigue a pie juntillas su lema: “Sonríe, todo va estar bien”.
En entrevista con Elefante Blanco, el excanciller aseguró que la población de Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila han demostrado más afinidad por su propuesta que se centra en crecer económicamente a la clase media.
Marcelo Ebrard, de 63 años, habló del plan Ángel, su apuesta integral para dar seguridad al país. Esta es la única situación que lo hace fruncir el ceño y profundizar en su explicación que arranca con la necesidad de frenar el poderío financiero del narcotráfico.
Pero el exsecretario de Seguridad Pública de la ciudad de México sabe que no podrá llevar a cabo su propuesta si no presiona en el proceso interno de Morena, que está a punto de pasar a la etapa de definición de la metodología de las encuestas que se aplicarán rumbo a la fecha fatídica del 6 de septiembre.
Ante ello, advierte que las comisiones de encuestas y elecciones de la alianza Morena, PT y PVEM deben evitar el rompimiento interno por una mala definición.
Sin dejar de señalar el contexto de sus recorridos por los estados, Ebrard recrimina el apoyo de los gobernadores y gobernadoras a Claudia Sheinbaum, en especial por estar en Tamaulipas el de Américo Villarreal Anaya.
La “cargada” de mandatarios estatales la califica con 2 afirmaciones: “No tenemos una estructura pagada” y remata “no tienen derecho de usar el aparato público en favor de alguien”.
Ebrard sonríe, sonríe, sonríe y, de principio a fin, sostiene que va ganando la batalla, que el 6 de septiembre estará en la fiesta de su triunfo. Tiempo al tiempo.
