Y después de las marchas… ¿qué?

Crédito: Gobierno de México

Explicador político

Opinión por Ernesto Núñez (@chamanesco)

El país se divide. A tres días de concluir el cuarto año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, las diferencias se ahondan, las posiciones se radicalizan y los puentes parecen resquebrajarse.

Le quedan dos años al sexenio, y faltan 18 meses para las elecciones presidenciales; sin embargo, los márgenes para las coincidencias se siguen estrechando, y todo se encamina hacia la sucesión presidencial.

Si la marcha del 13 de noviembre significó un respiro para una oposición maltrecha y extraviada, la del 27 de noviembre funcionó como exhibición de fuerza del aparato gubernamental.

A la oposición, la marcha del 13N le sirvió para frenar una reforma constitucional en materia electoral; no porque el gobierno les haya hecho caso a quienes marcharon, sino porque obligó al PRI a cerrar filas en contra de la iniciativa del presidente.

Al oficialismo, el 27N le sirvió para iniciar su marcha electoral; para exhibir y exhibirse; para demostrar que son más -probablemente muchos más- que los opositores; pero también para hacer un uso desmesurado -y descarado- del aparato gubernamental y los medios del Estado para movilizar a cientos de miles en torno al líder.

Después de ambas marchas, van quedando claros el terreno y el tono en los que se disputarán las elecciones presidenciales, legislativas y locales de 2024.

No habrá tregua entre contrarios, ni puntos de contacto. Es más, si prospera el Plan B de la reforma electoral, tampoco habrá consenso en torno a las reglas del juego y el árbitro de la contienda. 

Las marchas del 13N y 27N no son punto de llegada, sino de partida. Implican el banderazo de salida de una contienda en la que el tema es, y seguirá siendo, López Obrador.

La marcha de este domingo, la del 27N, pasará a la historia por la impactante imagen del presidente caminando en medio de una multitud durante más de cinco horas para llegar del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino, y por un eslogan: “Humanismo mexicano, no reelección”.

La “madre de todas las marchas” significa, además, que López Obrador se atrinchera en su movimiento y que ha renunciado definitivamente a gobernar para el resto de la sociedad.

El presidente muestra el músculo de los partidos que en junio de 2024 buscarán garantizarle continuidad a la cuarta transformación, y anuncia que, como hizo Vicente Fox en 2006, se meterá en la elección como un actor más en contienda, no como un funcionario obligado legalmente a la imparcialidad.

López Obrador usó la marcha para arremeter contra sus opositores, a quienes no baja de “hipócritas conservadores”. Defiende “lo logrado” en su sexenio, omite lo que se ha frustrado, y aporta a los suyos los temas y lemas de la próxima campaña.

Después de avanzar con dificultad desde la columna de la Independencia hasta el Palacio Nacional, el presidente habló una hora y media para describir el país que imagina: un “santuario de libertades”, en el que ya no hay corrupción, amiguismo ni influyentismo; una nación en la que se le está ganando la batalla al racismo, el clasismo y la discriminación.

En su relato no cabe la autocrítica, el disenso o la más mínima disidencia, y el mensaje va más allá de un cierre de filas; es, también, la advertencia de que quien no marchó está fuera.

Por eso pasaron lista gobernadores, gabinete, legisladores, aspirantes y propagandistas; por eso las “corcholatas” desfilaron en primera fila, lo más cerca que pudieron del presidente; por eso la ausencia de Ricardo Monreal resulta significativa.

La marcha muestra también que, con dos años por delante, a López Obrador se le comienza a agotar el sexenio, por una sucesión a la que él mismo le ha ido adelantando los tiempos.

Su marcha es el arranque de campaña, y su discurso, una suerte de instructivo para su partido-movimiento.

López Obrador predica con el ejemplo: tras su marcha, también los suyos radicalizarán sus discursos y posturas.

La campaña ha comenzado, y aún falta por discutirse la posible reforma a las reglas del juego.

* * *

Mientras todo esto ocurría en Ciudad de México, a 500 kilómetros de distancia, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara comenzaba a tomar ritmo y tono.

El evento cultural más importante de Iberoamérica fue despreciado por la 4T, con la notoria ausencia del gobierno federal, al menos en los primeros días.

Por los pasillos, mesas y presentaciones de la FIL, desfilan muchos de quienes el gobierno considera opositores.

Las ideas de los presuntos disidentes apuntan, en buena medida, a la crítica de todo aquello que se exhibió entre el Ángel y el Zócalo.

Este domingo, al mediodía, una mujer menuda y sonriente partía plaza en la Expo Guadalajara: Elena Poniatowska, quien prefirió hacerse presente en la feria de las ideas que en la llamada “marcha del pueblo”.

Ernesto Núñez Albarrán. Periodista desde 1993. Estudió Comunicación en la UNAM y Periodismo en el Máster de El País. Trabajó en Reforma 25 años como reportero y editor de Enfoque y Revista R. Es maestro en la UNAM y la Ibero. Iba a fundar una banda de rock progresivo, pero el periodismo y la política se interpusieron en el camino. Analista político, actualmente es asesor en el Instituto Nacional Electoral.

*Esta texto fue realizado para Pie de Página, medio aliado de Elefante Blanco. Aquí puedes leer la original.

Deja un comentario

Related Posts

La fallida elección de Estado

El temor los invadió a ambos. El mensaje era claro: el aparato político que controla el poder estatal no quería que 'operara' el día de la votación a favor del partido guinda. A pesar del riesgo, decidió quedarse, 'aguantar' lo más posible.
Leer más

Espacios y memoria

Un grupo de mujeres integrantes del Colectivo Voz de los Desaparecidos en Puebla se reúnen en un espacio público, el kiosco del Paseo Bravo, un domingo al medio día. Bordan sobre telas blancas nombres, fechas, lugares, como si diseñaran mapas con los cuales se disponen a buscar tesoros. Repasan puntada a puntada, en un ritual colectivo, la ausencia del ser más querido o la de un desconocido.
Leer más

Las permanentes y los Tribunales

El presidente de la Diputación permanente sorprendió al salirse de su estilo y discurso habitual, tan machacón con el respeto a la ley. Sin medias tintas de por medio, confirmó que su bancada desconoce el fallo del Tribunal Electoral de Tamaulipas.
Leer más

¡El gas!

El reciente paro de distribuidores al menudeo de gas LP abre la puerta a los entretelones del mercado de ese combustible en el país. Un terreno poco conocido donde la huella de gobiernos anteriores es la norma

Suscríbete a nuestro boletín

A %d blogueros les gusta esto: