Catalejos
Opinión por Miguel Domínguez Flores
La sesión del Congreso del 30 de noviembre del año pasado fue un parteaguas para esta legislatura.
En ese momento, se agravó el drama para Armando Zertuche como coordinador de una bancada que empezó con 20 integrantes y hoy solo tiene 17.
Al mediodía de esa jornada tenía que votarse el rechazo del Legislativo a la propuesta de cobrar por el reemplacado de todos los vehículos del estado. Con sus 18 diputados, y el apoyo de Gustavo Cárdenas de Movimiento Ciudadano, era más que suficiente para revertir la propuesta fiscal. Pero a la hora buena, se ausentaron cinco morenistas: Jesús Suárez Mata, Casandra de los Santos Flores, Nancy Ruíz Martínez, Nayeli Lara Monroy y Leticia Vargas Álvarez. Todos, salvo Casandra, originarios del sur de Tamaulipas.
La jugada emergente de Zertuche fue la única que le quedaba para no perder la votación: abandonar el salón para reventar la sesión, lo que desde entonces se volvió una costumbre también entre los panistas.
Unos días después, la plana mayor del morenismo tamaulipeco se dirigió a la Ciudad de México para participar en la celebración de los 3 años de gobierno del presidente.
En ese viaje, Zertuche aprovechó para buscar a Mario Delgado, a quien notificó lo evidente: la bancada que coordina responde a muchos intereses antes que los del partido.
De la dirigencia nacional no hubo mayor respuesta más que el compromiso de que el delegado Ernesto Palacios intentaría bajar la línea de la 4T a los diputados locales.
Pero la situación no mejoró para el atribulado presidente de la Junta de Coordinación Política.
Otra gota que derramó otro vaso ocurrió hace 2 semanas, cuando la diputada Nancy Ruiz presentó en tribuna la iniciativa para aprobar en Tamaulipas el matrimonio igualitario. Salvo 4 de sus compañeros, los demás rechazaron su propuesta de evitar la discusión en comisiones y aprobarla en ese momento.
Nancy, quien se considera a sí misma como una de las fundadoras del partido en el estado, encontró en ese desaire el motivo indicado para dar el portazo que ayer puso en igualdad de condiciones a las 2 fuerzas políticas que se disputan el poder en Tamaulipas.
La legisladora de Altamira no solo se fue de la bancada sino que lo hizo con una dura acusación para su excoordinador. Según su versión, Zertuche dio la orden de que Morena no avalara el matrimonio igualitario, porque de acuerdo a sus cálculos, le resultaría contraproducente en plena temporada electoral.
Si lo que dice Nancy es falso, el presidente de la Jucopo tiene una forma muy sencilla de comprobarlo: mover los hilos que sean necesarios, tejer las alianzas que hagan falta, para que las comisiones dictaminen la iniciativa y ésta sea aprobada en el Pleno antes o durante las campañas que iniciarán el próximo mes.
Se supone -así lo dijeron cuando fijaron su postura- que la mayoría de los diputados están de acuerdo con el documento. Si no lo hace, y como en los congresos panistas, la reforma vuelve a congelarse, quedará muy claro que quien debería encabezar una bancada progresista decidió anteponer los cálculos electorales a la defensa de la igualdad y los derechos humanos.