Catalejos
Opinión por Miguel Domínguez Flores
En la recta final del periodo de precampañas, los dos principales precandidatos se preparan para mandar el último mensaje antes de entrar a un periodo de obligado silencio que se prolongará por casi 2 meses.
A reserva de que se confirme algún otro evento más adelante, el sábado Américo Villarreal encabezará un mitin en Matamoros, al que también asistirá el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado.
Este encuentro, en el que se reunirán con los comités de defensa de la 4T en ese municipio, cobra especial relevancia porque mucho se ha especulado sobre la actitud que asumirá Mario López, el alcalde, para la campaña que está por venir.
Desde el equipo del presidente municipal y del propio Américo, advierten que ese evento servirá para despejar cualquier duda: la “Borrega” aportará su capital político -fue el alcalde más votado de Tamaulipas, y uno de los más votados del país para ganar su reelección- para fortalecer el proyecto del todavía precandidato.
Un hecho que podría fortalecer esta percepción fue el estrepitoso fracaso de Alejandro Rojas Díaz Durán en su paso por esa ciudad.
Si en Reynosa pudo juntar a una veintena de personas, en Matamoros no fueron ni diez, por lo que de hecho tuvo que suspender el evento en el que había sillas para 200 asistentes.
Tan duro fue el desaire que el senador suplente hizo como si no hubiera pasado por la tierra de Rigo Tovar y desapareció de las redes sociales, al menos por un día.
Esto quiere decir que Mario López, quien mantiene el control de las estructuras morenistas, se cuidó de no alimentar las vanas ilusiones de Rojas y como suele decirse, le hizo un vacío monumental.
Del lado de César Verástegui, mantendrán el mismo formato de eventos. La tarea es ardua para el “Truco” porque se comprometió desde un principio a visitar a las estructuras del PAN, PRI y PRD de todo el territorio estatal.
Y eso incluye reunirse por ejemplo, con todas las organizaciones priístas, y con todos los comités municipales de los tres partidos.
En ambas trincheras, la de Morena y la del PAN, están muy conscientes de la férrea fiscalización que ejerce el Instituto Nacional Electoral de cada gasto que hacen.
Como ayer lo indicó el nuevo titular del INE en Tamaulipas, Sergio Iván Ruiz Castellot, hoy más que nunca la autoridad electoral tiene la lupa puesta sobre las actividades de las precampañas. Y el castigo, en caso de infringir la ley, es muy alto como ya vimos en el proceso electoral del año pasado.
Después del 10 de febrero, cuando concluye el periodo de precampañas, las dos coaliciones tendrán un lapso largo para evaluar lo que hicieron, lo que dejaron de hacer, y sobre todo lo que les funcionó y lo que tendrán que evitar.
A partir de ese momento, quedarán exactamente 115 días para la cita en las urnas.
