Catalejos
Opinión por Miguel Domínguez Flores
César Verástegui y quienes lo rodean en su proyecto por la gubernatura de Tamaulipas saben que para salir airosos en esta nueva aventura electoral necesitan una campaña que roce en la perfección.
Experimentados en la política, ya habrán detectado algún punto débil que en caso de no corregirse puede convertirse en seria desventaja en una competencia sin margen de error.
El más evidente está en las oficinas del Comité Directivo Estatal del PAN, sentado en la oficina de la presidencia.
Luis René Cantú, el “Cachorro”, quien todavía cobra como dirigente del partido en Tamaulipas, va por el estado metiendo la pata cada vez que le ponen un micrófono enfrente.
El cuidado que ha mostrado el “Truco” para convencer a las bases priístas de sumarse a la coalición, el tacto con el que ha encarado el reto de encabezar una alianza inédita, se ven seriamente amenazados con las ocurrencias del “Cachorro”.
Es decir, lo que Verástegui construye con sus visitas a los comités municipales, está en riesgo cuando irrumpe Cantú Galván con la soberbia que le caracteriza y menosprecia, a veces, hasta a los panistas.
El primer control de daños ocurrió en el Congreso cuando se hizo urgente la necesidad de quitarle la coordinación de la bancada, pero a estas alturas, ya se habrán dado cuenta de que no es suficiente. Y que si ya no hay tiempo para buscar un nuevo dirigente que comande al partido de cara a la elección, van a tener que buscar la manera de neutralizar su inmensa capacidad para echar a perder las cosas.
Si no ayuda, que no estorbe.
El “Truco” sabe mejor que nadie la importancia de esa posición pues él la ocupó durante la exitosa campaña de Francisco García Cabeza de Vaca. Desde el partido, se puso a disposición del reynosense como su operador político más hábil, lo que a la postre lo llevó a convertirse en Secretario General de Gobierno.
La situación en el equipo de Américo Villarreal no debería ser muy distinta. Si bien la mayoría de las encuestas le dan una ventaja importante a estas alturas, harían muy mal en confiarse.
Esas cifras optimistas han provocado que se acerquen a Morena una gran cantidad de personajes que sería mejor tener lo más lejos posible.
Entre ellos, una buena cantidad de colaboradores del exalcalde Xicoténcatl González, o rémoras de las anteriores administraciones del Partido Verde ansiosos por recuperar el acceso al presupuesto.
Es verdad que en una contienda tan importante como la que se avecina, vale la pena sumar la mayor cantidad de aliados, pero “Truco” y Américo tienen la difícil tarea de evaluar el perfil de los cuadros que ahora les juren lealtad eterna.
Mal día para Diez Gutiérrez
A Arturo Diez Gutiérrez ya le debe haber quedado claro que para lograr su cometido no basta con echar a andar un poderoso aparato de propaganda vía redes sociales.
No son suficientes las relucientes camionetas, la cuera hecha a la medida para presumirla en las historias de Instagram, con todo y la bendición de Samuel y Mariana.
Al exalcalde de Victoria le falta lo más importante: hacer política y parte de eso es seleccionar muy bien a quienes lo acompañarán en esta campaña.
Ayer, lo que iba a ser una conferencia de prensa en Matamoros, terminó en zafarrancho porque a uno de sus colaboradores, el expanista Abelardo Ruiz, se le ocurrió pelearse con los reporteros.
Si Arturo no mete orden y plantea una campaña en serio, su tour por el estado se puede convertir en una pesadilla.