Tarde o temprano será México

Imagen de la masacre de Tlatlaya. Crédito: Rebecca Blackwell

Nunca más

Opinión por Jacobo Dayán (@dayan_jacobo)

La Corte Penal Internacional (CPI) ha decidido abrir su primera investigación sobre un país latinoamericano. Se trata de una investigación por crímenes contra la humanidad en Venezuela. Ante este anuncio al presidente Nicolás Maduro no le quedó más que decir “no compartimos la decisión, pero la respetamos”.

La investigación se centrará en detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y torturas realizadas al menos desde 2017 por autoridades venezolanas y que alcanzan el umbral de crímenes de lesa humanidad. Es decir, que se cometen “como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque”.

El examen preliminar, etapa previa a la investigación sobre Venezuela, se encontraba abierto en la CPI desde 2018. Se trata de la primera vez en que un grupo de países solicitó a la Fiscalía que investigara una situación por crímenes cometidos en otro Estado miembro de la CPI. Los seis países fueron: Argentina, Canadá, Colombia, Chile, Paraguay y Perú.

La CPI interviene solo cuando los tribunales nacionales no tienen la capacidad o la voluntad de investigar y juzgar los crímenes que son competencia de este tribunal internacional. Estos crímenes se conocen como crímenes internacionales por ser aquellos más graves y de trascendencia internacional: genocidio, crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y el crimen de agresión. Es importante recalcar que la CPI sanciona a individuos y no a Estados por lo que buscará a los máximos responsables. Esto podría llevar a altos funcionarios del gobierno venezolano y al mismo Maduro a ser investigado.

Esta decisión de la CPI es un claro mensaje, de los que debería mandar más y más seguido, a quienes cometen los crímenes y a quienes los encubren, a la cúpula política y militar que sabiendo o debiendo saber lo que ocurría, no lo impidieron o garantizaron impunidad. De igual manera, tanto el examen preliminar como la investigación es un golpe importante a la imagen internacional del régimen venezolano.

En nuestra región, la CPI mantiene abiertos hoy en día exámenes preliminares al mismo Venezuela y a Bolivia. El examen preliminar que estuvo abierto desde 2004 sobre Colombia fue cerrado en estos días generando mucha crítica.

Al leer todo esto no queda más que preguntarse, ¿para cuándo el examen preliminar sobre México? Tarde o temprano llegará. Los crímenes que se perpetran en México alcanzan, sin duda, el umbral de crímenes contra la humanidad y se perpetran con absoluta impunidad.

La pinza se comienza a cerrar. La CPI mira más de cerca lo que ocurre en América Latina y ya abrió una investigación sobre Filipinas por su “guerra contra las drogas”. Es tarea de la academia, las organizaciones de sociedad civil y los colectivos de víctimas el seguir nutriendo con comunicaciones a la CPI sobre las atrocidades y la impunidad en México.

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