miércoles, 24 de abril del 2024

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#Estampida Solo con esa articulación de víctimas de las múltiples violencias, del movimiento feminista, los pueblos indígenas y la sociedad comprometida es que se logrará iniciar la construcción de paz partiendo de la verdad y la justicia. Opinión de Jacobo Dayan

Por Jacobo Dayan

Hace unos días se hizo público otro episodio del horror. La Bartolina, predio de 600 m2 en el que se han recuperado cerca de 800 kg de restos óseos en tan solo un puñado de metros cuadrados. El resto del predio no ha sido inspeccionado por falta de recursos y voluntad por parte de las autoridades.

Con cerca de 90 mil personas desaparecidas y no localizadas, el Estado mexicanos solo ha podido/querido emitir 35 sentencias. Estamos ante impunidad sistémica como forma de gobierno. Los pocos casos que se resuelven se quedan en las más bajas responsabilidades materiales, jamás se toca la estructura criminal, ni la de protección política y menos la red económica. Todas ellas entrelazadas.

La Bartolina no es un hecho aislado, varias zonas de exterminio han sido documentadas por todo el país. Fundamental ha sido el trabajo de colectivos y periodismo independiente. Cuántos predios como La Bartolina ha encontrado el Estado y los ha mantenido en silencio mientras familiares siguen buscando. En el caso de La Bartolina fueron 5 años de silencio hasta que los colectivos levantaron la voz.

El presidente ha afirmado varias veces que las personas desaparecidas son su prioridad número uno. Nada más lejano a la realidad. Lo que sigue ya lo conocemos. La Bartolina pasará al olvido y se hará referencia a este predio hasta que la próxima zona de exterminio sea dada a conocer. Los restos encontrados se sumarán a los cientos y cientos y cientos de kilogramos de restos en espera de ser identificados y a los más de 40 mil cuerpos que se encuentran en la misma situación. Habrá un número reducido de identificaciones. El predio será examinado lentamente. No habrá explicación alguna de lo ocurrido allí, del contexto, de las motivaciones. La verdad no se buscará y menos se sabrá. No habrá justicia. La reparación a las víctimas seguirá siendo insuficiente y caótica. Sobrarán quienes continúen respaldando a gobiernos omisos y criminales. Al final, la lucha de los colectivos y el olvido social y gubernamental.

En días recientes el EZLN ha lanzado una iniciativa que debe ser tomada en cuenta y entendida a profundidad. La propuesta está en la misma línea que otras lanzadas desde colectivos de víctimas y organizaciones de la sociedad civil.

Se trata de un “llamado a participar en la así llamada ‘Consulta Popular’ del 1 de agosto, y a responder ‘Sí’ a la pregunta sobre si se debe o no hacer algo para cumplir con el derecho a la verdad y la justicia de quienes han sido víctimas por acciones y omisiones del Estado Mexicano… Hay que entrarle, no viendo hacia arriba, sino mirando a las víctimas. Hay que convertir la consulta en una consulta ‘extemporánea’. Esto con el fin de que así arranque, independiente de los de arriba, una movilización por una Comisión por la Verdad y la Justicia para las Víctimas, o como quiera que se llame. Porque no puede haber vida sin verdad y justicia”.

El llamado es al inicio de una movilización desde abajo a la izquierda. De ninguna manera es una adhesión a los intereses y prácticas partidistas. Este posicionamiento ha sido mal interpretado por tirios y troyanos. Resulta muy importante este llamado ya que muchos analistas y especialistas han escrito contra la consulta ya que se ve como parte del pleito político de arriba y a la derecha y se deja de ver a las víctimas.

Solo con esa articulación de víctimas de las múltiples violencias, del movimiento feminista, los pueblos indígenas y la sociedad comprometida es que se logrará iniciar la construcción de paz partiendo de la verdad y la justicia. Sin esa movilización, que arranca simbólicamente con la consulta, seguiremos hundiéndonos en el horror, la muerte, el olvido y la impunidad.

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